“Cuando dejas una relación de muchos años, hay cosas de ti que parecen haberse perdido en el camino”

Desde que se mudó de Barcelona a Miami hace un año, Shakira ha cambiado el tenis por los deportes acuáticos, ha cambiado las sudaderas

Gap por las sedosas Amiri e incluso ha recuperado algo de su acento caribeño.

Todo es parte de un importante proceso de redescubrimiento, le dice a Rolling Stone, que ha experimentado desde que terminó su relación

con la ex estrella del fútbol Gerard Piqué.

“Cuando dejas una relación de muchos años, hay cosas de ti que parecen haberse perdido en el camino”, dice Shakira.

“Hay cosas de ti que cambias por la otra persona o que renuncias.

Cuando esa relación se rompe, sientes que te quedas sin nada y que tienes que sanar, buscarte a ti misma y viajar de regreso hacia el centro de ti misma”.

Durante su relación de 11 años con Piqué, Shakira residió principalmente en Barcelona, ​​donde él jugaba al fútbol.

Durante esos años, dice que se centró en su relación y en criar a sus hijos, dejando su vida personal y su carrera en un segundo plano.

“¡Estaba en chándal en Barcelona!”, bromea.

“En Barcelona, ​​llevaba pantalones de chándal de Gap y el pelo recogido en un moño”.

Durante esos años, Shakira dejó de lado algunas cosas de sí misma, pero destacó que algunos sacrificios, como su compromiso con la

maternidad, eran “innegociables”: “A veces es difícil lograr un equilibrio, ¿no?”, dice.

“¿Cuánto tiempo dedicas a ti misma, a tu trabajo, a los niños? Pero los niños siempre son lo primero y lo que más nos consume”.

También estaba ansiosa por que sus dos hijos vieran y aprendieran de sus propias luchas y éxitos.

“Creo que han visto a su madre llorar. Creo que la han visto celebrar. Creo que la han visto reír. Creo que la han visto trabajar

incansablemente”, dice.

“Y eso es todo: quiero mostrarles que la vida no es lineal.

No es como la gente la imagina en las películas.

Las cosas no salen como queremos y hay que lidiar con la decepción.

Eso es parte de la condición humana.

Es por eso que estamos aquí”.

Shakira dice que después de buscar esas partes perdidas de sí misma, finalmente encontró “Perspectiva.

La capacidad de diferenciar lo que es importante de lo que no lo es tanto”.

Y también, dice riendo, “¡Mi acento! Mi acento caribeño ha vuelto ahora que estoy fuera de España”.

Señalando que el acento costeño de su ciudad natal de Barranquilla, Colombia, se había silenciado durante su tiempo en Barcelona, ​​agrega:

“Ahora estoy pasando el rato con barranquilleras de la escuela de mi hijo y rodeada de cubanos, puertorriqueños, dominicanos, colombianos.

Sí, mi acento ha vuelto, gracias a Dios”.

Y con todo eso, dice Shakira, encontró dos cosas más esenciales.

“Más estilo.

Recuperé mi estilo.

Y recuperé mi sensualidad”.